Doudous, una historia de apego
Jugando aprendo
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Objetos transicionales
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Los doudous son ya bastante conocidos y reclamados por parejas a punto de ser padres y madres. Es probable que el éxito se deba al reconocimiento de su valor en el desarrollo emocional de niños y niñas. De modo que padres y madres, profesionales de la salud y educadores, son conscientes de que hay un primer juguete al que lxs bebés se apegan y por el que durante mucho tiempo sentirán especial predilección.
Hay quienes lo eligen antes de nacer para colocar entre los objetos que llevarán al hospital. Entre los criterios que aparecen para escoger uno, están su tacto, los colores o su sencillez para asirlo. Los doudous tradicionales suelen ser básicamente una cabeza blanda unida a un trozo de tela anudada en los extremos. El motivo es que esto los hace muy fáciles de coger por las manos pequeñitas de un bebé incluso recién nacido. No obstante, en paralelo a todas estas características debemos añadir la importancia del material con el que estén hechos. La tela (preferiblemente de algodón, muselina, o rizo) debe ser capaz de adquirir con relativa facilidad el olor de mamá, de su leche y de su piel y esto es lo primero que debemos intentar buscar en un Doudou, si me permiten recomendarles, es preferible optar por algodón a las felpas o peluches acrílicos. La capacidad de absorber el olor es donde estriba su funcionalidad y el efecto relajante que produce en lxs bebés. Será esta sensación de serenidad y seguridad la que asociarán al objeto favoreciendo el proceso de apego. -
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En los años 50 un prestigioso psiquiatra infantil llamado Donald Winnicott desarrolló todo un trabajo teórico sobre algo a lo que denominó "Objeto Transicional" y su importancia en la construcción del sujeto infantil. No voy a entrar en profundidades psicoanalíticas, pero sí dar algunos elementos para que sea más sencillo entender la complejidad y esencia de un proceso tan importante en la conformación psicológica de los y las niñas.
Podríamos empezar diciendo algo que quizás suene a obviedad y es el hecho de que al comienzo de la vida el universo del bebé es la madre. El mundo es ella y poco a poco en su normal proceso de desarrollo esta relación de interdependencia va dando paso a la conquista de la autonomía. A la propia diferenciación del sí mismo y el otro. Pero para que eso sea posible es necesario que el bebé logre vincularse con el afuera que es lo mismo que decir con el espacio "más allá de mamá". Eso es posible, entre otras cosas, gracias a la "construcción" de los objetos transicionales: Objetos-puente que facilitan el tránsito psicológico hacia la relación con la realidad en un ambiente de seguridad emocional y placer para el bebé.
Es una suerte de espacio intermedio entre el bebé y el mundo. De esta manera, el objeto tradicional comporta una dualidad subjetiva y objetiva. Objetiva porque se deposita sobre un objeto material, real, tangible, pero al mismo tiempo subjetiva porque se convierte en el depositario de las fantasías y sentimientos es decir, se le otorgan y atribuyen funciones en el campo imaginario del niño/a. -
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Los dou dous son un poco eso, objetos que facilitan la creación de un vínculo entre el bebé y el espacio diferenciado de la madre. Es por ello que su función primordial es aportar seguridad y tranquilidad al tiempo que ofrece un primer espacio de autonomía. Podremos ver que se ha convertido en un objeto de apego cuando su presencia suele pacificarles emocionalmente en situaciones particulares, el conciliar el sueño, el primer día de ale, mientras le curan una pupa o le vacunan. Los doudous pueden tomar la forma de un muñeco de peluche, de un trozo de tela, un chupe, la mantita. Sin embargo, como padres, es posible que elijamos Doudou incluso antes de nacer nuestro bebé. Es preferible que sea ligera, suave y de colores no particularmente intensos para que sensorialmente también transmita serenidad.
Los materiales naturales siempre serán mejores por su textura y por su eficacia en captar los olores. El algodón 100% e incluso el algodón orgánicamente cultivado así como la lana son ideales y, evidentemente, pensemos siempre en un tamaño manejable por manos pequeñas para que puedan ser fácilmente transportarles y de forma autónoma por lxs peques. -
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Los doudous no son fetiches, son compañeros. Son un apoyo, no un bastón. De manera que deberemos entenderlo como una ayuda natural en su desarrollo que les hace llevadera la ausencia momentánea de los padres por ejemplo, pero que nunca debería convertirse en una solución fácil, en ese caso, perdería sus funciones rápidamente y ya no sería eficaz. No queremos que el niño o la niña se convierta en dependiente del doudou, eso sólo significaría más dificultades. La transición es eso, un paso, no una constante.
Los doudous son una ayuda para que lxs bebés se desarrollen emocionalmente sanos, que sean capaces de conquistar su autonomía en un clima de seguridad y autoconfianza. No nos reemplaza, sencillamente se apoyan en la solidez de un vínculo que no es más que la traslación de ese vínculo genuino y perdurable que el el amor de papá y mamá. -
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En Kamchatka, desde nuestros comienzos siempre hemos otorgado a los doudous un espacio importante en nuestra oferta. Diseños y materiales escogidos, pensados y diseñados con apoyo de pediatras y psicólogos que avalan sus características en la consecución de su fin, ser lo suficientemente atractivos, seguros y confortables. Tienes una sección completa de DouDous en nuestra web. Míralos aquí.
¡Hasta la próxima, familias!