Este entrañable perrito de tela invita al juego simbólico, donde los pequeños desarrollan la imaginación, la empatía y la capacidad de representar roles. Jugar a cuidar, pasear o dar cariño al Vintage Dog fomenta la expresión de emociones y fortalece la seguridad afectiva, convirtiéndolo en un juguete de apego ideal.
El juego simbólico con muñecos y peluches como el Vintage Dog favorece el desarrollo emocional, la construcción de vínculos y la creación de historias propias. Este perrito no solo acompaña en el juego, también enseña sobre cuidado, responsabilidad y ternura. Su aire nostálgico aporta además un valor único: permite a padres y abuelos revivir memorias de su infancia, conectando generaciones a través de un objeto sencillo y lleno de alma.